
Dime una dos tres cuatro todas las veces que quieras dímelo
Pero no me lo creeré hasta que caiga la última lágrima de nuestras mejillas endulzadas con el amargo sabor del mañana
dímelo sin reparo sin rodeos dímelo de una vez porque explotare
explotare de ansia y de dolor al ver ese rostro ensangrado con
las lágrimas del ayer y la tentación del hoy
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